domingo, 11 de noviembre de 2012

La triste soledad de los domingos

Hoy he paseado tranquila por la con mi perrita Duna. A ella, a mi y a la correa que nos une , nos rodea un ambiente matutino pacificador, respetuoso y amable propio de las primeras horas de un lluvioso Domingo cualquiera.  La ciudad  yace inerme de coches, ruidos, gritos, humos, idas y venidas de personas nerviosas y en definitiva de toda la efervescencia hostil de la cual esta provista durante el transcurso normal del resto de la semana....Hemos visto un perro solo..no se si abandonado o no. A pesar de esta paz..me invade una leve tristeza,..los domingos son insulsos y tristes...Antes , recuerdo..al menos, podías ver a familias tomando su desayuno antes o después de misa de doce..señoras en pandilla ataviadas con sus abrigos nuevos paseando en dirección al puerto...o jóvenes adolescentes que quedàbamos los domingos por las mañanas para dar una vuelta o tomar una coca cola... Ahora ya no..Ahora una fauna solitaria deambula, deambulamos , por algùn café, museo, o paseando al chucho..como yo..y poco más. . Arrastran  ese cansancio sano , conscientes de su libertad, de todos los recursos necesarios para hacerla divertida.. y que se nutre de otras soledades para hacerla fascinante y no digna de conmiseración. Algunas veces sucede el milagro, y de dos corazones solitarios surge la compañía, ..aunque puede que dure lo que tarden en saludarse y tomar un caña apresurada en el bar de la esquina..O no. Buen domingo a tod@s..a pesar de todo..:-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado, preciosa forma de escribir, clara, directa, sensible, enhorabuena, saludos

E.Maria dijo...

gracias por comentar, saludos!!!